Cuando la información que queremos transmitir no se conduce mediante una corriente eléctrica, tenemos la posibilidad de transmitirla en forma de ondas, sin necesidad de cables (aunque también las ondas se pueden propagar a través de un cable de fibra óptica, como hemos visto).
Una onda se define por las siguientes magnitudes:
La frecuencia (f) es la cantidad de veces que la onda se repite por segundo. Se mide en hercios o ciclos/segundo.
La velocidad (v) es la distancia que avanza la onda por unidad de tiempo. Se mide en metros/segundo.
La energía está estrechamente relacionada con la frecuencia; las ondas energéticas son las de mayor frecuencia.